Eléctrica Puntilla retomará obras de central Ñuble antes de fin de año

Alejandro Gómez, gerente general de la firma, aseguró que cumplirán todos los compromisos firmados con la comunidad en San Fabián. Manifestó su interés, además, en participar en la operación de la central hidroeléctrica que tendrá el embalse La Punilla.

Eléctrica Puntilla sorprendió a muchos actores del mercado cuando se adjudicó la licitación en la que Enerplus -filial de CGE- vendió  activos de generación entre las regiones de O’Higgins y La Araucanía. Fue así como el 3 de octubre se informó que Puntilla pagó 88 millones de dólares por dichos activos, como parte de un plan de expansión que busca aumentar sus operaciones en materia de generación.

Alejandro Gómez Vidal, gerente general de la firma chilena, explicó que los mencionados activos son proyectos de inversión y un conjunto de derechos de agua no consuntivos que representan un potencial de generación de 420 MW.

La adquisición incluye los activos del proyecto Ñuble, la línea de transmisión de San Fabián-Ancoa y los proyectos Tinguiririca, Allipén,  Claro de Rengo, Lontué y Teno.

Central Ñuble

Gómez aclaró que por la central de pasada Ñuble, que tendrá una capacidad de generación de 136 MW, pagaron 35 millones de dólares.

Esta central tiene un factor de uso de 64% y existía como idea desde los años ochenta, pero no se había desarrollado antes porque hoy es mucho más rentable, ya que el costo de la electricidad es cuatro veces mayor.

“Pero es sólo un proyecto, que si bien tiene su estudio de impacto ambiental aprobado desde 2007, no está construido, y estimamos que se requieren unos 300 millones de dólares más. Deberíamos iniciar las obras antes de fin de año y la idea es que esté operando a mediados de 2017. La Comisión Nacional de Energía también lo tiene proyectado para esa fecha”, comentó el ejecutivo.

Consultado por los compromisos ambientales asumidos por Enerplus con las comunidades cercanas a la futura central Ñuble, en la comuna de San Fabián, Gómez manifestó que “nos haremos cargo de todo lo comprometido. Tenemos y vamos a respetar todos los compromisos firmados, estén o no estén en la resolución de calificación ambiental (RCA), con todas las comunidades (Caracol, Los Puquios, La Guardia y Las Veguillas)”.

En cuanto a las críticas de la alcaldesa de San Fabián, Lorena Jardúa, y de los vecinos, respecto al incumplimiento de las obras de mitigación de que acordaron, precisó que actualmente hay 60 personas trabajando en el lugar, desarrollando obras de despeje, que son obras primarias. “Tenemos reuniones agendadas porque queremos que las personas sepan que vamos a hacer política de buen vecino, no nos vamos a llevar la patente comercial a Santiago, sino que se va a quedar en el municipio de San Fabián”.

En cuanto a eventuales conflictos con los regantes por el uso de las aguas del río Ñuble, el profesional planteó que “somos parte de una organización que ha estado más de 180 años ligada al riego, la Sociedad del Canal del Maipo, y pretendemos estar en Ñuble por los próximos cien años, en ese sentido, nos interesa ser buenos vecinos. Nosotros tenenos una ventaja respecto de otras empresas eléctricas, que es el conocimiento del riego y las necesidades de los regantes, por lo que siempre nuestro objetivo ha sido el riego primero, somos miembros de la Junta de Vigilancia del río Maipo y queremos pertenecer a la Junta de Vigilancia del río Ñuble. La idea es solucionar los eventuales problemas que se produzcan a través del diálogo y evitar la judicialización, porque no queremos afectar el riego”.

De esa forma, aclaró que la central de pasada, como su nombre lo indica, no tendrá un embalse, como muchos opositores al proyecto lo han señalado. “Lo que haremos será construir una barrera para acumular agua y llevarla por un canal. El pozo tendrá una capacidad de 600 mil metros cúbicos, pero a diferencia de un embalse, que tiene un rol regulador, este pozo no, por lo tanto no afectará la disponibilidad de agua para los regantes río abajo”.

La Punilla

En cuanto al proyecto de embalse La Punilla, cuyo modelo considera también la generación eléctrica, Gómez expresó que Eléctrica Puntilla no descarta participar en el proceso, como operador de la eventual central hidroeléctrica.

“No estoy diciendo que vamos a participar en la licitación del proyecto de embalse, porque es un megaproyecto, que cuesta cerca de 600 millones de dólares, lo que estoy diciendo es que favorecemos que se construya, porque va a beneficiar a todos y nos interesaría participar en la inversión de la central de la Punilla”.

No obstante lo anterior, manifestó que La Punilla es un proyecto complejo, por el modelo de negocios, por la forma de financiamiento, “no es un proyecto atractivo para el inversionista”, puntualizó.

Central Itata

Pero la central Ñuble no es la primera incursión de Eléctrica Puntilla en la provincia. En 2010, la empresa compró el derecho a compra del proyecto Itata a Forestal Arauco (Cholguán), que existía en el papel desde los años 80, cuando la forestal adquirió los derechos de agua (130 metros cúbicos por segundo).

“En 2009, Arauco decidió no desarrollar el proyecto y lo puso a la venta. Nosotros ganamos esa licitación, lo evaluamos, conversamos con las comunidades cercanas, con los alcaldes de Yungay y Pemuco, se les presentó el proyecto a los concejos municipales respectivos, y luego de eso, comenzamos el proceso. Con el diseño listo, presentamos el estudio de impacto ambiental en 2011, donde tardamos 15 meses en obtener la RCA”.

Actualmente, la obra está licitada y el inicio de faenas está previsto para el 15 de noviembre de 2013, en tanto, debería estar operando en junio de 2015.

Se trata de una minicentral de pasada, pocos metros aguas abajo del salto del Itata, en el homónimo río. Representa una inversión de US$31 millones y tendrá una potencia de generación de 20MW, aunque Gómez precisó que la generación media será de 10 MW, con un factor de uso de 50%.

Además de ser un proyecto del ámbito de las energías renovables no convencionales, en su diseño, construcción y operación existe una especial preocupación por el respecto al entorno y al medio ambiente. De hecho, una de las particularidades es que la sala de máquinas no será visible, ya que se construirá en un predio de plantaciones de pinos y será subterránea.

Asimismo, el ejecutivo comentó que durante el verano, cuando el salto tiene muy bajo caudal, “vamos a parar cuatro meses, no vamos a generar. Si hay agua, no vamos a generar durante el día, para no dañar el salto. Y si bien tenemos derechos para uso no consuntivo de 130 metros cúbicos por segundo, sólo vamos a utilizar 45 metros cúbicos”.

Asimismo, señaló que para captar las aguas, no será necesario desviarlas, no se tocará el río, y la captación se hará fuera del cauce natural. Dado que existe una barrera natural en el área, no se construirá ninguna, y el agua no será retenida.

Además, se considera construir una línea de transmisión de 12 kilómetros de longitud para conectar con la línea Chillán-Charrúa.

En cuanto a las compensaciones para las comunidades, Gómez informó que se construyeron soluciones sanitarias a los habitantes de la localidad de Ranchillo Bajo, que es la más cercana al salto (2 kilómetros), donde existen unas 100 casas.

“Además, vamos a desarrollar un recinto turístico en una de las riberas del salto, en un predio que la Municipalidad tiene en comodato, que es propiedad de Masisa. Hoy en dicha zona no existe infraestructura turística y queremos que se desarrolle”, concluyó el gerente de Puntilla.

La histórica vinculación de Eléctrica Puntilla con el riego

En 1996, la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) abrió una licitación pública para la venta de la central La Puntilla, y sus activos relacionados, los que fueron adquiridos por la Sociedad del Canal de Maipo (SCM), la que creó la filial Eléctrica Puntilla S.A.

La experiencia de la Sociedad del Canal de Maipo en la generación de energía eléctrica utilizando centrales hidroeléctricas de pasada se remonta a 1906, cuando arrendó el uso de la fuerza motriz de las aguas de su red de canales a la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad (CATE), hoy AESGener, para usarla en la generación de electricidad mediante la construcción de una central hidroeléctrica en  La Florida. Dicha empresa construye la primera central hidroeléctrica para abastecer de energía a Santiago a contar de 1909. El contrato de arriendo de aguas era por 50 años, renovable por otros 25 años, pero terminado este período, SCM podía ejercer una opción de compra por la central. Fue así como en 1983 compró la Central Florida, que a esas alturas pertenecía a Chilectra, y tenía una capacidad de 15 MW.

En 2004, en busca de mayor eficiencia, se decide ampliar la central La Puntilla, incorporando una nueva unidad que entra en funcionamiento en 2006. Este hecho permite incrementar la potencia de la central hasta 21 MW, aumentando su capacidad en un 50%.

En 2007 Eléctrica Puntilla comenzó a pensar en grande, con un aumento de capital obtuvieron el financiamiento para desarrollar proyectos de generación, para lo cual evaluaron iniciativas entre el Valle del Elqui y el Canal de Chacao.

Teniendo a Eléctrica Puntilla S.A. por un lado, y gestionando directamente la central Florida por otro, la Sociedad del Canal del Maipo se planteó la necesidad de reestructurar su negocio eléctrico, para dedicar sus esfuerzos a la misión para la que fue creada, los derechos de agua de sus asociados desde el río Maipo, y en 2010 traspasa todos los activos de generación y el uso de las aguas a Eléctrica Puntilla.

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